Es difícil detectar la buena suerte; se parece mucho a algo que te has ganado.
Frank A. Clark
La reciente encuesta realizada en LinkedIn acerca de la creencia en la suerte o el éxito generó una conversación fascinante y llena de diferentes perspectivas. Los resultados de la encuesta mostraron que un 60% de los participantes cree en ambas, suerte y éxito, mientras que un 36% cree solo en el éxito, un 2% en la suerte y un 2% en ninguna. Estos resultados reflejan la diversidad de opiniones sobre la relación entre estos dos conceptos.
Muchos participantes coincidieron en que la preparación es un factor crucial para alcanzar el éxito. Algunos argumentaron que la suerte puede surgir como resultado de estar preparados para las oportunidades cuando se presentan. Esta visión se alinea con la famosa cita de Séneca: «La suerte es cuando la preparación se encuentra con la oportunidad». Este punto de vista sugiere que la suerte no es un evento aleatorio, sino más bien el resultado de un esfuerzo constante y una preparación diligente.
Otros participantes introdujeron la idea de la sincronicidad y el merecimiento. La sincronicidad se refiere a estar en el lugar correcto en el momento adecuado, lo cual podría interpretarse como suerte. El merecimiento, por otro lado, sugiere que ciertas personas, debido a su esfuerzo y dedicación, son más propensas a recibir oportunidades exitosas. Estos conceptos destacan la complejidad de definir qué es la suerte y cómo se relaciona con el éxito.
Algunos comentarios enfatizaron la importancia de la actitud y la gratitud. Se sugirió que las personas agradecidas tienden a percibir más oportunidades y, por lo tanto, tienen más «suerte» y éxito. La actitud positiva y la perseverancia fueron mencionadas como elementos que atraen oportunidades, reforzando la idea de que la suerte puede ser cultivada a través de una mentalidad proactiva y optimista. También se mencionó, en la misma línea, la ley de la atracción.
Finalmente, hubo opiniones que diferenciaron claramente entre la suerte y el éxito. Se argumentó que es posible tener suerte sin alcanzar el éxito, y viceversa. La suerte puede traer una oportunidad, pero sin la preparación adecuada, no necesariamente conducirá al éxito. De igual manera, el éxito puede ser alcanzado a través del esfuerzo y la constancia, sin depender de eventos fortuitos.
Independientemente de que la suerte y el éxito estén entrelazados o no, es fundamental concentrarse en el éxito, entendido como el resultado feliz de nuestros esfuerzos y propósitos. Prepararse diligentemente y mantenerse constante en nuestros objetivos nos coloca en una posición óptima para aprovechar las oportunidades que puedan surgir. Si se dan las circunstancias que llamamos suerte, nos encontrarán mejor preparados para lograr el éxito. Así, la combinación de preparación, actitud positiva y perseverancia parece ser la fórmula más efectiva para alcanzar nuestras metas, con o sin la intervención de la suerte.
Generalmente, deseamos «suerte» a otras personas cuando, en realidad, deberíamos desearles «éxito», ya que este último depende más de su esfuerzo, preparación y constancia, factores que están bajo su control y que pueden llevarlos a alcanzar sus objetivos.
Autor
Accountability Partner. Conferencista. Experto en Gestión del tiempo
Aliado de "Y eso, ¿cómo se come?" en Hyggelink
Comments