La experiencia cuesta cara
- Jorge Rivas Don Refrán
- 6 ago
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 sept
¿Por qué las compañías deben cuidar a sus colaboradores más valiosos?
En el mundo laboral, hay frases que no pasan de moda ni desapercibidas. Una de las más contundentes es:
«La experiencia cuesta cara»
Es un refrán corto, directo y lleno de realidad más vigente que nunca. Porque en cualquier organización, desde una PyME hasta una corporación global; formar, capacitar y desarrollar talento toma tiempo, esfuerzo y dinero. Y lo más importante, no se consigue en una tienda, se cultiva con los años.

Pero, ¿realmente somos conscientes de cuánto vale esa experiencia? ¿Le estamos dando a nuestros equipos el valor que se merecen?
Lo que cuesta no es solo el sueldo: es el aprendizaje acumulado.
Cuando hablamos de experiencia, no nos estamos refiriendo únicamente a los años que una persona ha trabajado, más bien a todo lo que ha aprendido en el camino:
Resolver problemas sin manual
Tratar con clientes difíciles
Evitar errores, porque ya los cometió
Mantener el flujo de trabajo en tiempos de presión
Ese conocimiento no se aprende en un curso de dos semanas, ni se transfiere por correo. La experiencia se construye día a día viviendo y resolviendo situaciones reales, muchas veces a prueba y error. Por eso, cuando una empresa se da el lujo de perder un colaborador experimentado, no solo pierde una persona: pierde historia, contexto, criterio y estabilidad.
¿Y si no lo cuidamos?
Cuando una organización no le da el valor que se merece a su personal con experiencia, termina pagando el precio del reemplazo y la curva de aprendizaje. Y realmente, ese costo no siempre se ve en la contabilidad, pero se siente en los resultados y en los procesos de producción:
Decisiones lentas o equivocadas
Clientes insatisfechos por errores evitables
Mayor rotación, menor compromiso
Equipos sin guía ni referentes
¿Cómo solucionarlo?
Cuidar del personal, especialmente del que tiene experiencia, no significa solo retener empleados antiguos, sino valorar, respetar y aprovechar el conocimiento de quienes han recorrido el camino. Algunas formas de hacerlo son las siguientes:
Escuchar a quienes saben: darles voz en decisiones clave
Involucrarlos en la formación de nuevos talentos: que transmitan su conocimiento
Reconocer su trayectoria: no solo con dinero, sino con respeto y visibilidad
Evitar el edadismo laboral: la edad no es una desventaja, es una biblioteca viva
Ofrecer estabilidad emocional y laboral: en algunas ocasiones no se van por mejores sueldos, sino por falta de valoración
Cuidar la experiencia es cuidar la empresa
Una compañía sin experiencia sólida es como un castillo de naipes: puede verse muy bonito por fuera, pero no aguantará la mínima brisa.
Mas allá de las modas del «talento joven», en las empresas inteligentes entendemos que el equilibrio entre energía nueva y sabiduría acumulada es lo que marca la diferencia a largo plazo.
Cuidar a los colaboradores valiosos no es un acto de generosidad. Es una decisión estratégica.
“La experiencia cuesta cara, sí… pero perderla, es invaluable.”
Visita: https://www.soydonrefran.com/
Jorge Rivas
Don Refrán
Locutor y Licenciado en Diseño Gráfico con más de 20 años realizando ilustraciones y caricaturas.
Creador de Don Refrán, un personaje enfocado en la divulgación de nuestras frases, costumbres y gentilicio.
Articulista invitado en Hyggelink




Comentarios