Julio Gutiérrez: la voz que dignificó las ventas
- Gustavo Yepes Pereira
- 27 nov
- 2 Min. de lectura

Soy un optimista empedernido. Todas las mañanas me despierto con la expectativa de encontrar buenas noticias.
Hoy fue distinto.
Hoy me tocó enterarme de la partida de mi amigo y colega Julio Gutiérrez, presidente de la Asociación Internacional de Ventas (AIV), compañero de libros, de proyectos y de muchas conversaciones que me marcaron.
Conocí a Julio en plena pandemia, cuando doce soñadores de distintos países nos juntamos para escribir nuestro primer libro colaborativo: «Y eso, ¿cómo se come?». Éramos el “Team 12”. Fue una experiencia maravillosa: horas de trabajo, risas, ajustes, llamadas interminables.
Una vez publicado el libro, Julio se convirtió en su principal promotor. Lo mostraba con un orgullo transparente, como si cada página fuera también una apuesta por la dignidad del oficio de vender. Ese orgullo era contagioso; nos hizo sentir equipo de verdad.
Después vino más.
Me uní a la AIV y volvimos a escribir juntos otros dos libros. Compartimos reuniones, eventos, entrevistas, espacios formativos. Por iniciativa suya, me convertí en colaborador habitual de la revista «Líder de Ventas» y de una nueva publicación que apenas comenzaba su camino. Julio no solo sumaba proyectos: empujaba a que otros crecieran con ellos.
Porque, además de todo lo que ya se ha dicho de él, Julio fue un motor de nuevos proyectos, un gran comunicador y un adalid en la profesionalización del vendedor. Creía en las ventas como una profesión seria, ética, que exige método, criterio y formación continua. Y lo demostraba cada día: en sus programas, en la AIV, en su podcast, en sus mentorías, en cómo trataba a cada persona.
La partida, prematura en su caso, pone un punto final en una biografía, pero el legado sigue escribiéndose en la vida de quienes tocó.
En mi caso, una parte importante de lo que hoy hago como mentor y accountability partner lleva su huella: su forma de pensar el cliente, el largo plazo, el servicio y la responsabilidad de enseñar.
A su familia, a sus amigos y a toda la comunidad de Hyggelink y la AIV, mi abrazo sincero.
Y a ti, Julio: gracias por tu ejemplo, por tu empuje y por tu generosidad.
El “Team 12” y todos los que trabajamos contigo seguiremos honrando tu legado cada vez que ayudemos a alguien a vender mejor… y a ser mejor profesional y mejor persona.
Los proyectos continúan, igual que la vida, y tu estarás presente en el que comenzamos a forjar juntos y pronto saldrá a la luz.
Autor
Gustavo Yepes Pereira
Accountability Partner. Conferencista. Experto en Gestión del tiempo.
Articulista senior en Hyggelink



Mis sinceras condolencias para todos en Hyggelink; tuve la fortuna de coincidir con Julio en una clase de Facilitadores Virtuales donde su voz y conocimiento comercial me motivaron a seguir su trabajo. Después pude leer el libro “Y eso, ¿cómo se come?” Donde refrende mi admiración no solo por él sino por todo el Team 12. Los abrazo a todos, en especial a ti Gustavo
Estimado Gustavo, mis sentidas condolencias para ti, sus amigos y familiares.
Estimado Gustavo. Lo que acabas de escribir con profundo sentimiento, es una prueba más de que las personas que dejan huella nunca mueren. No pudiste haberlo hecho mejor. Gracias!!!!!. Un abrazo