En un mundo cambiante, ya se puede considerar como obvio que la sagacidad, la preparación formal o informal y la experiencia, tanto en el ámbito laboral como personal, no son suficientes si no sabemos cómo manejarnos con nosotros mismos y con los demás.
¿Cómo manejarnos con nosotros mismos y con los demás si no nos conocemos? La considero una pregunta trascendental, porque su simple respuesta: ¡¡Imposible!!, trae consigo un compromiso del que dependerá el resto de nuestra vida.
Si, en cualquier ámbito –personal o profesional– resulta imposible hacer cualquier cosa si no identificamos, al detalle, los elementos que constituyen aquello que deseamos conocer. El reto es aún mayor cuando lo que deseamos conocer es a nosotros mismos.
En tal sentido, Daniel Goleman, en su afamado libro La Inteligencia Emocional en la Empresa, soporta con datos meticulosamente registrados y documentados, la prueba de algo que antes de sus investigaciones, sólo se suponía: existen ciertas características y aptitudes humanas que llevan a quienes la poseen al éxito laboral y más específicamente a comportarse como líderes. Resulta imperioso que reconozcamos o no, en nosotros, esas aptitudes.
Por otra parte, en la obra colectiva en la que participé, Y eso ¿cómo se come?, específicamente en la competencia Liderazgo de personas y equipos, indico que no puedes liderar a nadie si no te lideras a ti mismo primero. El autoconocimiento genera autorrealización y esa autorrealización es la base que te permite alcanzar las metas personales asociadas a tu potencial como ser humano.
También recomiendo lo conveniente de prever tiempo en soledad con la meditación diaria, identificar tus fortalezas, escoger la mayor de ellas, así como seleccionar el elemento distintivo que te encausará en el camino.
Igualmente, con la herramienta «La rueda de los espacios vitales» o «Rueda de la vida», muy utilizada en distintos ambientes, comprobarás, evaluando de 0 a 10 (0 la ausencia y 10 el máximo nivel), cómo te encuentras en esos aspectos de tu vida.
Tomando acciones concretas al completarla y evaluando los resultados obtenidos, estarás encaminado en un proceso que te podría llevar toda tu vida. La mejora continua deberá ser el compromiso personal a asumir (ver imagen adjunta "rueda de la vida")
Deberás tener en cuenta que, al evaluar los resultados y tomar acciones, podrías requerir ayuda externa para resolver algunos aspectos. Muy importante será no considerarlo como motivo de vergüenza, ya que algunas veces la historia personal exige la intervención de un especialista que ayude a reinterpretar el pasado vivido.
Para finalizar, si tienes como meta desarrollar la capacidad de guardar la calma en tiempos de crisis, ser íntegro y humilde como individuo, apasionado y persistente en lo que haces, con disposición a empoderar a tu equipo de trabajo y, sobre todo, inspirar y motivar a través del ejemplo, características inequívocas de un líder, debes estar consciente que ellas se desarrollan con un ejercicio permanente de autoconocimiento, aderezado con el compromiso personal de rectificación de las aristas indeseables. Autor Arnaldo González Graterol Autor de la competencia Liderazgo de personas y equipos en el libro "Y eso, ¿cómo se come?"